Para hablar de los perros territoriales necesitamos hablar de etología canina y observar cuidadosamente el comportamiento del perro en una manada. Para nuestros amigos de cuatro patas, la defensa de su territorio es esencial: debe ser defendida y protegida a cualquier costo. Descubrimos más sobre la organización de la manada en cuanto a la defensa de su territorio y analizaremos el comportamiento de los perros territoriales.
Cómo la manada defiende su territorio
Sin entrar en las complejidades de las relaciones dentro de una manada podemos decir que, en la jerarquía del lobo, ciertos lobos tienen el papel de centinela, custodiando su territorio y asegurándose de que no haya intrusos. Cuando hay un intruso en su territorio, el grupo entero participa en desterrarlo para proteger a sus cachorros y recursos.
Los perros territoriales no son muy diferentes, estas dinámicas reflejan el comportamiento de los lobos en la naturaleza, los cuales llevan a cabo el papel de guardia y defensa. Este rol se puede dividir en dos grupos. El primero son los observadores territoriales, que son centinelas, en general perros pequeños como Terriers. El segundo grupo son perros intervencionistas territoriales, que son los que cuidan de cualquier intruso.
Comportamiento del perro territorial
Incluso en el caso de los perros territoriales, el entrenamiento canino juega un papel importante. Hay grandes diferencias en el comportamiento de un perro territorial que ha sido debidamente capacitado y uno que no. En ambos casos el perro hará su trabajo como guardia perfectamente, pero las consecuencias para serán diferentes. Cuando un perro territorial está atado o cerrado en una habitación porque hay invitados, las cosas son peores porque siente que está aislado de la manada. Es fácil deducir que la respuesta psicológica será aún más resentimiento hacia los extraños.
Si los invitados traen sus perros, el resentimiento aumentará peligrosamente. Es importante evitar los errores sobre todo con los perros que tienen un sentido pronunciado de la territorialidad. Esto no significa que todos los perros son iguales. Depende de la inteligencia del propietario para entender si es el caso, o no, para trabajar en la formación del perro, para corregir el comportamiento inadecuado y para mejorar su relación, especialmente en presencia de los invitados.